Aquí estoy de nuevo para contaros como fue mi participación en la 5ª carrera del Rock and Roll, como introducción deciros que todavía estoy disfrutando de las incómodas agujetas que me dejó la prueba, cómo podéis deducir parece que no había entrenado bastante.

Este año quise llegar con tiempo y efectivamente allí estaba media hora antes de darse la salida, enseguida me di cuenta que no fue suficiente, aparcamos el coche más lejos que de costumbre, esta vez la afluencia de corredores ha sido la más numerosa. Cogiendo lo imprescindible para la carrera fui hasta la lonja a recoger el chip y el dorsal, con ellos en la mano rápidamente a buscar un sitio donde calentar y colocármelos. Todo listo, ya pueden dar la salida. Son las 21:00. A por todas.

La primera sensación es que parece que han vuelto a cambiar el trazado, cada vez es más exigente, las cuestas ya no se agrupan, son un ir y venir entre subidas y bajadas sin tiempo para acostumbrarte a un ritmo, aunque es lo de menos, vengo a disfrutar y a correr. Pronto me doy cuenta que necesito prepararme más la próxima vez, las subidas largas las termino andando, aún así no voy demasiado mal, también observo que no soy la única que sufro, somos bastantes los que nos arrastramos por la terrible "rompecorazones",

los primeros ya están lejos, gente rápida como el campeón de la San Silvestre popular. Por fin corono la cuesta y comienzo una bajada de más de un kilómetro que me deja cerca de la llegada, no es descanso, pues es tan empinada que tengo que trabajar con otros músculos para no dejarme ir demasiado veloz para evitar una caída. Última recta, curva y la Meta, he terminado, lo he logrado otra vez, esto me pone las pilas, soy feliz.

Para terminar me gustaría dejaros mis impresiones tanto positivas como negativas del evento, quiero recalcar que son mis impresiones, o sea, totalmente subjetivas.

En el lado negativo dar un gran tirón de orejas a la organización, esperemos que cambien su forma de ver las cosas en lo sucesivo. Como visteis en la entrada anterior sobre la carrera, yo animé a la gente a participar en ella porque es una de las que mejor sabor de boca me ha dejado siempre, pero este año creo que los organizadores, no sé si son los mismos, han dado más importancia, como es habitual en otras pruebas, a la calidad de los corredores que llegan en los primeros puestos y al número de participantes, con ello han logrado que la megafonía sea peor que otros años, que haya habido menos música durante el recorrido, que la camiseta de regalo sea la menos imaginativa de todas, que sólo hubiese un punto para beber y que éste se situase al principio de la gran cuesta en vez de al final de ella, que se permitiese la circulación de coches y personas entre los corredores rezagados con la incomodidad que provoca y, que la bolsa sólo tuviese una barrita energética y una botella de agua de 25 cl., ni fruta, ni más agua para recuperar al final, ni nada de nada. Si se valorase con estrellas Michelín, le quitaría 1 o 2 a la organización de este año, para mí han perdido las ganas de hacer algo popular y diferente, es una carrera más y lo único que la salva un poco es el trazado.

En el lado positivo, seguro que me dejo a alguien, dar una gran ovación a los voluntarios que nos jalearon en todo momento, a la policía que hizo un gran trabajo, al público en general que aplaudía sin parar y a los que ofrecían el tan ansiado manguerazo para paliar el calor, al único grupo de música que vi tocando durante la carrera (no cuento el que estaba en Meta) y, por supuesto, a todos los corredores, disfrazados o no, que participaron y que se animaron entre ellos. Gracias a todos, espero que os lo pasarais tan bien como yo.